Una galaxia espiral con barra y rodeada de pequeñas galaxias satélites.

En nuestro cielo de verano en el hemisferio norte y en lugares suficientemente oscuros, se puede reconocer una banda de luz difusa que atraviesa el cielo. Algo similar se puede observar en el cielo del hemisferio sur (como se aprecia en la imagen al final de esta cédula). Si pudiésemos conjuntar ambas vistas obtendríamos la imagen principal aquí presentada.

Esta imagen tiene aspecto de una galaxia de canto, y es la evidencia de que vivimos dentro de una galaxia de disco llamada la Vía Láctea. La imagen está compuesta por múltiples observaciones en el infrarrojo utilizando telescopios en ambos hemisferios, como parte del estudio del cielo llamado 2MASS. La parte central brillante, con forma de cacahuate, es denominada el bulbo/barra de nuestra galaxia, y contiene algunas de las estrellas más viejas que conocemos. Las bandas brillantes que rodean al bulbo/barra representan a las estrellas del disco de nuestra galaxia. Las zonas oscuras en esta imagen, son originadas por el bloqueo de la luz de las estrellas del disco galáctico debido al polvo cósmico que las rodea. En la parte inferior derecha de la imagen principal, así como en la imagen del cielo del hemisferio sur en esta cédula, se aprecian dos pequeñas concentraciones de estrellas, conocidas como las Nubes de Magallanes, pequeñas galaxias satélites de la Vía Láctea, entre otras más. Determinar cuántas y qué tipo de pequeñas galaxias se mueven al rededor de la nuestra y de otras galaxias, puede dar pistas sobre el proceso de formación de la Vía Láctea y del Universo mismo.

La luz infrarroja puede penetrar las regiones oscurecidas en la imagen principal y permiten obtener información de la profundidad del disco. Con ayuda del observatorio espacial Spitzer se elaboró una de las más recientes imágenes panorámicas de nuestra galaxia en luz infrarroja. Utilizando esta información y geometría, fue posible construir una imagen de la misma casi vista de frente, produciendo la representación artística en la parte inferior de la imagen principal. Esto confirmó la presencia de brazos espirales y un bulbo/barra elongado. Otros estudios que analizaron el movimiento de las estrellas en la región central de nuestra galaxia, han podido comprobar la presencia de un agujero negro supermasivo central. Más recientemente se ha detectado en radiación de alta energía (rayos gama) la presencia de dos burbujas emanando a ambos lados del centro de nuestra galaxia (representadas en la imagen central en color magenta). Dichas estructuras podrían aportar información adicional sobre la presencia de este agujero negro en el núcleo de la Vía Láctea, como se ha detectado en otras galaxias. Nuestro Sol, es una estrella localizada en el disco a unos 30,000 años luz alejada del centro, como se señala en la parte inferior de la imagen principal. La esfera de influencia de esta radiación es prácticamente nula en la posición de nuestro Sistema Solar.

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CRÉDITOS

J. Carpenter, M. Skrutskie, R. Hurt, 2MASS Project, NSF, NASA
R. Hurt (SSC), JPL-Caltech, NASA Survey: GLIMPSE Alex Cherney (Terrastro, TWAN)

Coordinación del Proyecto: Héctor Hernández Toledo y Octavio Valenzuela Tijerino.

Diseño gráfico: Hortensia Segura, Axel Razo y Juan Carlos Piña.


Asesoría de divulgación: Julieta Fierro.

Colaboración: J. Rut Salazar Contreras, William Lee Alardín y Luis A. Martínez.

Proyecto con la colaboración de investigadores del Instituto de Astronomía de la UNAM.

I N S T I T U T O   D E   A S T R O N O M Í A

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

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